Luego de la crisis del 2008 y de los salvatajes posteriores a la banca privada por parte del Estado español, los más beneficiados para hacerse con activos inmobiliarios fueron los fondos buitre. Estos aprovecharon la oportunidad para quedarse con las propiedades que estaban en un limbo legal luego del boom inmobiliario. La exacerbación de la especulación financiera sobre la vivienda llevó a la agudización de una situación que hoy se traduce en un mercado excluyente en las grandes ciudades españolas. A esta situación se le sumó la turistificación de la vivienda, de lo que ya se vino hablando si seguiste los newsletter anteriores (y si no lo hiciste, este es un gran momento para suscribirte y no perderte ninguno).
En los últimos años los valores de los alquileres se incrementaron ostensiblemente. Si bien en la última publicación del Barómetro de la Vivienda y el Alquiler del Centro de Investigaciones Sociológicas de España, que data de 2018 ─sí, prepandemia─ indicó que el grueso de la gente pagaba entre 100 y 700 euros (siendo la franja más nutrida la que pagaba entre 300 y 500 euros, con el 32%), hoy podemos ver, gracias al Observatorio de la Vivienda Asequible, que los precios iniciales de los contratos de alquiler se fueron para arriba. Los precios medios del alquiler superan en varios casos los 500 euros, y Madrid pica en punta con 600 euros de media. Claro, si acotamos el mapa al centro de Madrid a zonas estratégicas para estudiantes, por ejemplo, o al casco histórico, esta media sube muchísimo más. El mismo Observatorio de la Vivienda Asequible indica también que el porcentaje de salario que se destina en las grandes ciudades supera el 30% sugerido como un monto asequible, y en el caso de Madrid ese porcentaje se va al doble.
A propósito de la situación de les inquilines en Madrid, hablamos con Víctor Palomo, vocero del Sindicato de Inquilinas. A poco de haberse sancionada la nueva Ley de Vivienda, que reduce el mínimo de 10 a 5 propiedades para ser considerado gran tenedor, desde el sindicato se señala las fragilidades de una ley que desde espacios políticos de centro izquierda como Podemos y Bildu rescatan como “la ley posible” en este contexto. Dentro de sus falencias está ─y esto nos va a sonar conocido─ de que la norma no encuentra un órgano controlador y sancionador efectivo. Por otro lado, da lugar a que los propietarios no renueven el contrato actual para llevar a cabo una suba del precio del alquiler por fuera del índice fijado, que determina aumentos del 2% para este año.
Entre los aspectos positivos que señalan desde el Sindicato de Inquilinas se rescata que por fin se empiezan a definir conceptos como vivienda y campo público, a propósito de la adquisición de viviendas por el Estado destinadas a un fin social. Otra herramienta a destacar es la declaración de una zona como “zona tensionada”, para que intervenga el gobierno en la fijación de precios iníciales de nuevos contratos. En esto Víctor hace énfasis, la ley no soluciona el problema de la vivienda. En la práctica, la ley ya cuenta con la declarada oposición del conservador Partido Popular que buscará, tanto por medios legales como ilegales, dejar sin efecto la reglamentación, y así tal cual lo ha dicho Isabel Díaz Ayuso, alcaldesa de Madrid que tiene un muy buen vínculo con la muchachada de Juntos por el Cambio.
Los bancos que fueron beneficiados en la crisis del 2008, no cedieron ni un centímetro y continúan yendo en contra de los intereses de la mayoría. La respuesta a este abuso sistemático fue la organización inquilina. Las inquilinas de Madrid ─en España, en vez del todes, se utiliza la generalización en género femenino─ se organizan a través del término Sindicato, ya que buscan reflejar una realidad del mundo del trabajo: así como el trabajador es la parte débil del contrato, el inquilino lo es también, y por eso es importante la organización colectiva.
Recomiendo muchísimo, si les interesa el debate y las problemáticas alrededor de la nueva Ley de Vivienda en España, este podcast llamado Carne Cruda, donde nuestro compañero español Javier Palomo participó como invitado, y también este último capítulo del podcast Inquilinos del Mundo, donde Gervasio Muñoz y Luci Cavallero tocan el tema del aspecto financiero de la vivienda.