El pasado miércoles 7 de junio el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires invitó a vecinos de distintas comunas a charlar respecto de la problemática del alquiler. Acompañados de un moderador, Christian Werle (presidente del IVC) y Waldo Wolff (Secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) respondieron con cara de piedra a quienes se hicieron presentes de manera presencial y manera virtual. En el inicio de la charla Wolff pidió disculpas por el retraso, debido al partido de River por Copa Libertadores ante Fluminense, ya que la zona norte era un caos para transitar. El karma de vivir al norte. La apertura de la charla se la repartieron entre ambos oradores, y no faltaron ataques a la actual Ley de Alquileres, especialmente al plazo (de 3 años) y al índice con el que se lleva a cabo el cálculo. Cabe recordar que tanto desde el macrismo como desde el FdT ya anunciaron que en cuanto puedan la derogarán. Pero la respuesta no se hizo esperar. Un joven presente en el lugar donde se realizó la charla argumentó que para él el plazo no debería ser inferior a 3 años, como ambos anfitriones pregonaban, sino al contrario. Contó que junto a su esposa están proyectando una familia y que un contrato de 5 años, por ejemplo, le daría la seguridad de que su hijo podría llevar a cabo toda la etapa de jardín en un sólo establecimiento educativo. Luego, ante el anuncio de la exención de impuestos para seducir a los propietarios a poner sus inmuebles en alquiler, el mismo muchacho sugirió que haya una medida similar acorde a los inquilinos, que hoy día están dedican mucho más que el 30% de sus ingresos —máximo sugerido por organismos internacionales— al alquiler.
Obviamente, la respuesta de Wolff fue insulza, diciendo que buscaban la medida que mejor equilibre ambas posiciones. Christian Werle, presidente del IVC porteño, es el segundo inquilino que conozco que piensa que la ley de alquileres lo perjudicó. El primero es Leandro Santoro, ¿serán amigos?. Werle no tuvo ningún recato para criticar la ley de alquileres de la que él es víctima. Esta vez fue un participante virtual el que le contestó de entrada diciéndole “me parece increíble que vos seas inquilino”. Coincido completamente. En la charla también participó una señora que tiene a cargo a su esposo, que no puede trabajar por las consecuencias de un ACV, y que ante la cara de piedra de ambos oradores y del moderador exteriorizó el sufrimiento producto de la incertidumbre ante la renovación del contrato y de ver que el monto que le solicitarán seguramente será impagable. La gran crítica a las medidas del GCBA y de la Nación, insuficientes para quienes vivimos en el área metropolitana y en beneficio del monopolio de viviendas y del negocio constructor, es que no promueve que a largo plazo una persona proyecte la vivienda en propiedad. Los créditos que concede hoy el GCBA no favorecen el alquiler como un primer acceso a la vivienda y como paso previo al ahorro para adquirir la vivienda en propiedad, sino que promueve el desplazamiento del capital hacia pocas manos, lo que va en paralelo del mismo devenir en el mercado inmobiliario. El IVC prefiere dar créditos para favorecer esta concentración antes que orquestar una política de créditos hipotecarios para el acceso a la vivienda en propiedad. Ni hablar de la nula chance de comprometer a quienes construyan a que dediquen una cierta cantidad de departamentos a un tipo de alquiler protegido. Lo felicitamos a Werle por ser parte de este programa, y lamentamos que el ente que preside no le permita otra cosa que mantenerse en ese estado de incertidumbre en el que se encuentra el inquilino. La charla, que en principio duraría 45 minutos, apenas arañó la media hora y no permitió que quienes nos habíamos anotado en la lista de oradores podamos intervenir. Esta es una censura que dice mucho: sentimos el ruido de las demandas de los inquilinos y no las vamos a escuchar. Se ve que Waldo estaba apurado para ir al Monumental a ver a River por Copa Libertadores. Mucho más apurado que por hacer su trabajo de funcionario. La pala intacta.
